No dejes pasar al viejo

Hace un tiempo, leí esta frase por redes; “no dejes pasar al viejo”.

No sé si es que ya me veo mayor, pero me ha hecho reflexionar muchísimo.

Van pasando los años y recapacito mucho sobre dónde estoy y sobre lo que he conseguido.

Me agobia no poder acabar con la lista de cosas que tengo por hacer o todos los sitios a los que quiero viajar.

Y aunque sé que ponerse metas es tan necesario como saludable, también hay que saber ser realista, porque te puede causar mayor angustia que bienestar no alcanzar todo lo que te propones.

Sé que esto te está resonando.

A un nivel más “casero”, más de tu día a día, seguro que vas pensando cada día, la de cosas pendientes que tienes por hacer.

No las apuntas en ningún sitio, pero cuando te acuerdas te recriminas no hacer nada para solucionarlo.

Hay ocasiones que incluso te pones unos objetivos que, a priori, sabes incluso que no vas a tener tiempo de meter en tu apretada agenda, pero son cosas que te gustaría hacer.

O peor, las metes en cualquier hueco y luego vas como “pollo sin cabeza”, llegando tarde a todos los sitios.

Ya entraste en estrés, en recriminación, te enfadas, los de tu alrededor lo notan y todo se vuelve caótico a tu alrededor.

Escucha, lo primero de todo, de todo de todo es saber, realmente quién eres y qué necesitas tú (siempre delante de un papel, las listas son sanadoras).

Haz lo mismo con tu papel o rol de padre/madre, hermano/hermana, hijo/hija…

Cada uno de tus roles, tiene unas necesidades y tienes que buscar un hueco en tu agenda para satisfacerlas.

Si eres de los que ya tiene una lista, pero es inmensa, lo más saludable es que te sientes con ella delante y te sinceres delante de ella. Tacha todo lo que, de verdad, no es posible hacer o realmente tampoco es tan importante, te recuerdo que tienes otros roles a los que atender y si no lo haces, la culpabilidad aguarda al otro lado de la puerta.

Si eres de los que fluye con la vida, sin metas y sin aspiraciones varias, te puedo dar la enhorabuena, pero sólo si realmente disfrutas de ese paseo tranquilo que estás dando por la vida, pero escucha, luego no valen las lágrimas si tu vida se va agotando y te das cuenta que hubieses querido otras cosas, hay que ser coherente.

Te puedo ayudar con tus listas.

P.D. Si el viejo quiere entrar, que no te encuentre dentro.

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